Tu derecho a elegir no es una excepción ni algo que tengas como una simple posibilidad. Es obligación de todos los estados de México garantizar igualdad de derechos sexuales y reproductivos, además de evitar toda discriminación en su ejercicio.
Cualquiera que sea tu decisión Gineclinic tiene muchas formas de ayudarte, tanto en tu salud sexual como en proporcionarte la información y métodos anticonceptivos necesarios, e incluso darte vías seguras y legales para la interrupción de un embarazo no deseado. Somos mujeres y te entendemos.
Es muy probable que tu educación y cercanía a amigos y familiares sea un factor determinante al momento de decidir cualquier cosa sobre tu cuerpo, costumbres, hábitos y educación, pero debes de saber que únicamente tú eres propietaria de tu persona sin importar las familiares, relaciones personales o compromisos morales.
Decidir sobre tu cuerpo no corresponde a tus padres aunque ellos te hayan cuidado desde tu nacimiento, ya que eres tú la primera persona en sufrir las consecuencias o recibir los beneficios de cada decisión tomada por ti. También a pesar de que tus amigos muestran cercanía contigo, nuevamente eres la primera persona que experimentará a las consecuencias de tus decisiones; es posible que te digan que te acompañarán en cualquier decisión que tomes, pero siempre serás tú la que vivirá con cada decisión.
En este punto, el temor a la crítica o la falta de reconocimiento por parte de la sociedad suelen determinar muchas de nuestras reacciones ya que no deseamos recibir la desaprobación de quienes nos rodean y tratamos de convivir en términos pacíficos; así que cualquier decisión que pueda parecer polémica a las personas más cercanas puede provocarnos miedo o deseo de ocultarnos, quizá hasta vergüenza; pero toda persona que nos aprecie y desee vivir con nosotros será también un legítimo defensor de nuestros derechos. Cuando una amistad, familiar o pareja intenta conducirnos más allá de nuestro deseo estamos frente a una señal de alerta pues tarde o temprano exactitud perjudicará nuestra vida.
Por ello debemos mantenernos firmes ante cada decisión que tomamos y pedir a quienes nos acompañan que respeten lo que hemos pensado, nuestros hábitos, gustos o decisiones. Esto aplica a nuestra vida sexual y al derecho de elección si quiero o no tener hijos y el momento en que deseo que suceda. Respaldarse en la cultura, la tradición, la religión o las emociones familiares no debe ser un determinante al momento de observar una decisión pues sólo nos corresponde a nosotras y por ello es un derecho humano garantizado para que se cumpla a nuestro favor.