Este canto es más que un himno, un reclamo o una exigencia. En el pasado mes de diciembre del 2019, esta canción chilena invadió las protestas de muchas mujeres que salían a la calle para exigir justicia y un alto a la violencia ya normalizada que vivimos todos los días.
Mujeres de todos los países nos coordinamos de manera rápida para repetir este baile con su canción, pues en sus notas expresamos lo que claramente muchos intentan ocultar, pero qué es necesario repetir hasta que sea claro: en una violación, en el acoso cotidiano, la culpa nunca es de la víctima.
Y lógicamente el efecto fue un hito en la sociedad. Por un lado, para quienes desean aprender y recordar que las mujeres tenemos derechos sexuales y reproductivos, derechos como personas que no están al servicio de nadie, mucho menos para cumplir fantasías obscenas. Si vivimos cómo queremos, lo hacemos para nosotras, no para los caprichos de una sociedad que nos ha empujado por cientos de años a sostener un rol reductor, que nos plantea como meros satisfactores. Esta canción cumplió su objetivo y lo seguirá haciendo en muchas personas que están despertando y abriendo los ojos para dejar atrás el machismo y el maltrato a la mujer.
Pero existe un grupo, cada vez más reducido, en donde algunos defienden que el rol de la mujer siempre debe ser el mismo que se les enseñó. Así fueron educados y así quieren mantenerse. Esto no es una guerra de sexos, y no pugnamos por desaparecer la masculinidad. No queremos el permiso de nadie para decir lo que pensamos o para sentirnos seguras.
“Un Violador en tu camino” es una clara afirmación masiva en donde se expone que la culpa de una violación jamás será la forma en que vivimos, vestimos, nos comportamos o convivimos con los hombres. No es una lucha entre buenos y malos, es una lucha para sobrevivir a un sistema cultural que impone la violencia en contra de la mujer y dejar atrás por fin los riesgos que representa el machismo y el modelo patriarcal.
Somos mujeres conscientes de las necesidades y derechos de todas nosotras, por eso es que nos dedicamos al cuidado de la mujer, a la práctica de la interrupción legal del embarazo, a la aplicación de métodos anticonceptivos y al cuidado ginecológico. En gineclinic, nuestro trabajo es un compromiso diario para seguir viviendo libres de cualquier culpa y con los brazos abiertos a la vida que queremos vivir.